lunes, 22 de enero de 2007

Como una vaca de Kobe

Se ve que me estoy integrando en esta cultura porque creo a mí también me va a reventar la cabeza.

Incluso estoy aprendiendo a decir cositas en japones. Por ejemplo, de Eisuke Yakamura he aprendido a decir "Eto". Que viene a ser como "Entonces". Lo dicen al principio de muchas frases a modo de coletilla. Mientras piensan qué decir lo sueltan alargando las vocales en plan: "eeetoooooooooo". A mí me hace mucha gracia porque suena como cuando en español estás pensándotelo y dices: "Estooooooo...". Así que cuando quiero llamar a mi colega le digo: "Estoooooooo, Eisuke".

Hoy es lunes y tengo esa cara de tonto que se te queda cuando has tenido que currar el fin de semana. Aquí eso es normal. Los sábados y domingos continúa el trasiego de "salary men" del metro a la oficina y vuelta. Pero eso no impide que salgan por las noches igual que trabajan: A saco Paco. ¡Qué tíos!

El viernes nos llevaron a un Shabu Shabu después del trabajo. Esto de que te lleven al Shabu Shabu suena de lo más jugoso, ¿verdad?. "¡Eh!, ¿te vienes al shabu shabu?". Pues que va, es un sitio donde tú te cueces la carne y las verduras en una olla con agua hirviendo que te ponen delante. O sea que vas al restaurante y te lo tienes que montar tú solito. Como el Ikea pero en comida. Nos pusieron la carne de las famosas vacas de Kobe que crían a base de cerveza y sake para que se pongan más hermosas. Debe ser la caña irse a Kobe y pasear entre vacas borrachas y gordas.

Terminamos la noche en una disco, Vanilla creo que se llamaba. A partir de ahí tengo lo que se conoce como memoria fragmentada. Recuerdo que estaba muy oscuro. También que era como un laberinto y que se perdía uno todo el tiempo: "Estoooooo, Eisuke, ¿dónde están los demás?". Me acuerdo de que pensaba todo el rato en lo felices que deben ser esas vacas. Y de un japonés muy majo que me dijo que me habían cobrado de más y se tiró una hora discutiendo con el de la barra para que se hiciera justicia. Y de otra japonesa que me contó que era profesora de astrofísica especializada en radiación infrarroja de fondo. Los vestigios del big-bang. Curiosa coincidencia: El satélite que está registrando la radiación de fondo se llama Kobe, como el terruño de las vacas cerveceras. Y luego recuerdo más caras y más voces. "¡Kampaiiiii!"

Sin embargo al día siguiente, sábado por la mañana, todos aparecieron como si no hubiera pasado nada. Limpios y afeitaditos en la oficina. Y yo con un big-bang en pequeño dentro de la cabeza.

De verdad que están fatal. A mí me parece que, en general, las vacas son más felices que la gente. Pues en Japón mucho más.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hummm...
Kike cantando a Elvis en un Karaoke de Tokio. Me lo puedo imaginar moviendo esas caderas y flipandose con el micro en alto...

Que lastima, nuestro amigo kike, uno nunca sabe lo que la vida te depara...

Oye, cuidadin con el nudo de la corbata, no te vaya a pasar como en la peli scanners (os acordais?)...

http://www.esplatter.com/images/am/explode.gif

Bueno, yo estoy esperando a que nos hagas un reportaje de las costumbres de ligoteo locales.
En una sociedad con códigos tan rígidos, tiene que ser toda una odisea lo de ligar, no? Ah!, perdona, que tu has ido alli a trabajar, lo siento...

Anónimo dijo...

Buenisimo Enrique.

Si vas a seguir asi de prolifico en comentarios ... chico no regreses a Epania! No quiero que esto se acabe!!!!

Me muero por ver una foto de las vacas de Alabama!

Anónimo dijo...

Eres la envidia de muchos....vaya experiecia q estas viviendo majo....secundo la moción-faltan fotos ;-)

byee

carlos dijo...

La astrofísica japonesa rodeada de vacas de kobe alcoholizadas que cantan como locas a Guns n' roses. Y de madrugada un Harakiri o planificar el nuevo y definitivo Pearl Harbour
¡Fantástico!