He decido dejarme de tortas de aceite, sénecas reposteros y demás excusas más o menos líricas y me he comprado mi primera cámara de fotos.
Aún no he adquirido ese reflejo tan japonés de sacarla y disparar ráfagas a todo lo típico que se menea: en dos días he hecho una foto. Esa que veis.
Se llama Tomio aunque le gusta que te llamen Tom. Es el camarero del güiski bar donde vamos después de trabajar. Aquí se trabaja hasta las tantas y luego se va uno a mazarse, pero que muy en serio, con los compañeros de trabajo. Nos gusta este bar por muchas razones. Tom es una de ellas. Que ponen a John Coltrane es otra.
Tom es un fan de Elvis. Lleva ese tupé desde que le nombraron presidente del club de fans de Elvis del barrio de Rapongi hace ya 5 años.
Tom es un artesano entre los camareros, un perfeccionista. Ha investigado sobre la paradoja del güiski con hielo: cuanto más se enfría más se te agua. Ha llegado a la conclusión de que la figura perfecta es la esfera. La esfera es la figura geométrica con menor superficie en relación a su volumen. Con lo que una esfera maciza de hielo te enfría tu bebida pero se derrite más lentamente que, por ejemplo, un cubo. Se nota que soy un poco friki, ¿verdad?. Pues Tomio también y muchos de los amigos que me leen ni te cuento.
Le pides un güiski on the rocks y él toma un cubo, de los de forma cúbica, de la máquina. Coge su cincel especial y con precisos golpes lo va transformando ante nuestros pasmados ojos en una esfera perfecta. Tras unos 10 minutos de proceso se detiene, la observa y si considera que está terminada la pone en un vaso y te la cubre de güiski. Tú no sabes si bebértelo o aplaudirle. Normalmente hacemos las dos cosas. Y si somos 7, que es con mucho la capacidad del bar, repite lo mismo 7 veces. No hay que decir que a este bar es mejor no ir con mucha prisa.
Hoy he ido al bar con mi camiseta de los Transformers. Sí, ya he dicho que un poco friki ya soy. Al quitarme el abrigo Tom se la ha quedado mirando fijamente. "Tom is Transformers number one fan", nos dice mientras nos señala hacia arriba. Miramos y en una cornisa que rodea el bar casi a la altura del techo vemos -sentados, de pié, tumbados, inclinados- un ejercito de Transformers que nos miran amenazantes. ¡Llevo un mes viniendo aquí y no los había visto!. Tom los esculpe a mano, como sus esferas de hielo, y luego los pinta de colores brillantes. Un personaje Tomio. Ha empezado a hablarnos de Transformers pero entre lo poco que yo sé del tema (aunque lleve la camiseta) y que su inglés se limita a las letras de las canciones del Rey la conversación se ha acabado pronto.
Aún no he adquirido ese reflejo tan japonés de sacarla y disparar ráfagas a todo lo típico que se menea: en dos días he hecho una foto. Esa que veis.
Se llama Tomio aunque le gusta que te llamen Tom. Es el camarero del güiski bar donde vamos después de trabajar. Aquí se trabaja hasta las tantas y luego se va uno a mazarse, pero que muy en serio, con los compañeros de trabajo. Nos gusta este bar por muchas razones. Tom es una de ellas. Que ponen a John Coltrane es otra.
Tom es un fan de Elvis. Lleva ese tupé desde que le nombraron presidente del club de fans de Elvis del barrio de Rapongi hace ya 5 años.
Tom es un artesano entre los camareros, un perfeccionista. Ha investigado sobre la paradoja del güiski con hielo: cuanto más se enfría más se te agua. Ha llegado a la conclusión de que la figura perfecta es la esfera. La esfera es la figura geométrica con menor superficie en relación a su volumen. Con lo que una esfera maciza de hielo te enfría tu bebida pero se derrite más lentamente que, por ejemplo, un cubo. Se nota que soy un poco friki, ¿verdad?. Pues Tomio también y muchos de los amigos que me leen ni te cuento.
Le pides un güiski on the rocks y él toma un cubo, de los de forma cúbica, de la máquina. Coge su cincel especial y con precisos golpes lo va transformando ante nuestros pasmados ojos en una esfera perfecta. Tras unos 10 minutos de proceso se detiene, la observa y si considera que está terminada la pone en un vaso y te la cubre de güiski. Tú no sabes si bebértelo o aplaudirle. Normalmente hacemos las dos cosas. Y si somos 7, que es con mucho la capacidad del bar, repite lo mismo 7 veces. No hay que decir que a este bar es mejor no ir con mucha prisa.
Hoy he ido al bar con mi camiseta de los Transformers. Sí, ya he dicho que un poco friki ya soy. Al quitarme el abrigo Tom se la ha quedado mirando fijamente. "Tom is Transformers number one fan", nos dice mientras nos señala hacia arriba. Miramos y en una cornisa que rodea el bar casi a la altura del techo vemos -sentados, de pié, tumbados, inclinados- un ejercito de Transformers que nos miran amenazantes. ¡Llevo un mes viniendo aquí y no los había visto!. Tom los esculpe a mano, como sus esferas de hielo, y luego los pinta de colores brillantes. Un personaje Tomio. Ha empezado a hablarnos de Transformers pero entre lo poco que yo sé del tema (aunque lleve la camiseta) y que su inglés se limita a las letras de las canciones del Rey la conversación se ha acabado pronto.
Hoy se ha enterado que algunos nos volvemos mañana a casa. Nos ha mirado con carita de pena. Se ve que como artista que es necesita a su público. Sobre todo si el público está tan entregado como nosotros.
"I will miss you", ha dicho. La verdad es que yo también.